Acumulador Eléctrico - Tipos y Ventajas
Gracias a la innovación y al avance tecnológico, hoy en día es posible disponer de un acumulador eléctrico para alimentar otros dispositivos con el fin de ahorrar energía y disminuir las facturas del servicio al final de mes.
En dependencia de las necesidades en tu casa, el acumulador puede ser hidráulico, fotovoltaico, térmico o calentador, así como también, estar diseñado para distintas funciones, por ejemplo, para cargar tu móvil o proveer de calefacción a toda la vivienda.
Tipos de acumuladores eléctricos
El acumulador eléctrico como su nombre lo indica, almacena la energía y la convierte en eléctrica en el momento en el que se necesita para hacer funcionar otro dispositivo.
Hay de dos tipos, los estáticos, que se instalan en las habitaciones o salones y los dinámicos se ubican en espacios más amplios y menos frecuentados como los garajes.
Este tipo de dispositivo se clasifica de acuerdo a la fuente de obtención de la energía.
Acumuladores Eléctricos Fotovoltaicos
Los fotovoltaicos se alimentan de los paneles solares que se instalan estratégicamente en los techos de las casas.
Su principal beneficio es su total autonomía porque no dependen del sistema eléctrico exterior, mientras que su desventaja es su precio elevado en el mercado.
Acumulador Eléctrico Calentador
Por su parte, el tradicional calentador produce energía debido al aumento de la temperatura del agua que almacena en su interior. Aún es utilizado por algunos usuarios por su bajo coste.
Acumulador Eléctrico Hidráulico
De uso industrial, el acumulador hidráulico consta del depósito con fluido que se traslada a otro lleno de nitrógeno. Debe llegar a un nivel específico de presión para producir este tipo de energía.
Acumulador Eléctrico Térmico
Finalmente, los acumuladores eléctricos térmicos producen y almacenan energía más rápido que los radiadores para garantizar el ambiente confortable de la vivienda.
Puede ser portátil para una mayor comodidad de uso. Este usa la energía acumulada para calentar superficies de aluminio o cerámica y lograr la temperatura ideal sin aumentar el precio del consumo eléctrico.
Mayor ahorro
El calentador de calefacción está integrado con una piedra de gran volumen con resistencia eléctrica, de esta manera acumula y transmite el calor poco a poco a los espacios.
Si cuentas con uno de estos tipos de calentadores, carga la piedra durante la noche (tarifas más baratas) para encenderla en el día y liberar más calor solamente cuando más se necesita.
Ventajas de los acumuladores Eléctricos Domésticos
Los acumuladores Eléctricos Domésticos, Son acumuladores fáciles de instalar y de mantener, son seguros, higiénicos y económicos de acuerdo al tipo de modelo y el fabricante. Trabajan en dos ciclos independientes entre sí, uno de ocho horas de carga, preferiblemente en la noche, y el de la transmisión de calor durante el día.
- Su instalación es simple, no requiere de obras.
- Están diseñados con un aislante térmico para salvaguardar la energía en su núcleo.
- Capaces de trabajar las 24 horas en sus respectivos ciclos de carga y funcionamiento.
- Son limpios, no dejan desperdicios producto de combustiones.
- Poco mantenimiento.
- Utilizan y aprovechan la energía eléctrica en las franjas de consumo más bajas.
- Se pueden programar diaria o semanalmente.
- Los modelos más sofisticados pueden ser programados con un mando o vía Wi-Fi.
Para todo tipo de vivienda en cualquier tipo de clima, los calentadores garantizan el ahorro energético y la disminución de los costes del servicio a final de cada mes gracias a la correcta carga durante las horas nocturnas.
Factores para garantizar el ahorro energético en casa
Durante la instalación del acumulador eléctrico en tu vivienda o local, considera algunos aspectos por ejemplo su ubicación. Evita colocarlo detrás de un mueble o en un lugar donde se bloquee su flujo de aire caliente. Te recomendamos ubicarlo debajo de las ventanas y en un lugar libre de obstáculos.
Si pasas gran parte del día dentro de tu domicilio, ajusta la carga en un punto medio y la descarga al mínimo, y a la inversa si la casa suele estar vacía en gran parte del día. De esta manera, puedes conseguir el equilibrio entre confort y un consumo eléctrico.
En dependencia de la estación del año y del clima en tu ciudad, elige una temperatura adecuada e intenta mantenerla de forma constante. Es importante destacar, que, por encima de los 21° C, el consumo eléctrico va a aumentar considerablemente.
Algunos modelos más avanzados tienen un termostato que se ajusta de forma automática o manual, según las condiciones del ambiente. A su vez, busca un modelo fabricado con aluminio u otros materiales durables y resistentes para garantizar su larga vida útil.
Ambientes cálidos
Si debes reducir los costes en tu casa, invierte en un acumulador eléctrico, que disminuirá considerablemente los costes de consumo energético, especialmente durante los meses más fríos del año.
Como has visto, los hay de diferentes usos, pero los más utilizados son los térmicos o los de radiadores para calentar la superficie de tu casa con una temperatura agradable en cualquier época del año.