Como Calcular el Consumo Eléctrico
Si se quiere ahorrar en cuanto al servicio de electricidad, en primer lugar se debe ser consciente de su uso, evitando el encendido innecesario de electrodomésticos u otros dispositivos, o dejarlos en lo que se llama en modo stand by.
También hay que tener en cuenta cuáles son esos factores que inciden en la cuenta a la hora de la facturación.
Al comprender dónde se centra el precio de servicio de electricidad contribuye de manera notable a planificar la reducción del consumo y por lo tanto del importe de la factura.
Eso implica conocer bien los datos que se detallan en la factura, los cuales se especifican en el contrato que se tenga con la comercializadora seleccionada.
Y por último te enseñaremos a Como calcular tu consumo de la luz.
Datos de la factura por el servicio eléctrico
Algunos estudios han revelado que una buena parte de los ciudadanos españoles no entienden, por lo menos en su totalidad, los datos o conceptos detallados en la factura. No deja de ser cierto también que muchas compañías de servicio de electricidad emiten unas facturas muy complicadas.
Al ser así, los usuarios se conforman con tan solo comparar la que recibe con otras emitidas con anterioridad, sin llegar a tener claro en qué pueden consistir las variaciones de un mes a otro o el porqué de un incremento inesperado.
Estos son los datos de la factura como puede verse a continuación:
- Potencia contratada: es la que se establece en el contrato con la comercializadora y por lo tanto la que se dispone para ser usada, siendo un precio fijo que cobra la distribuidora por esa potencia, a menos que se haga una modificación del contrato para solicitar más potencia. Es independiente del consumo y su precio es el que se paga por los kilovatios contratados por cada día de suministro eléctrico.
- Término de energía: corresponde al uso de electricidad en el período facturado y será variable de acuerdo con lo que se haya consumido.
- Impuesto eléctrico: lo fija el Ejecutivo Nacional y puede calcularse con la aplicación de 4,864? lo que resulta de potencia que se ha contratado y la energía consumida en el período en cuestión.
- Impuesto al Valor Agregado: sobre el total que se indica en la factura se le aplica este impuesto de 21% que es lo estipulado para el consumo eléctrico.
- Alquiler del contador: es lo que se paga a la distribuidora por ese concepto.
Visto así, ya se tienen algunos datos esenciales, pero también es importante estar al tanto de otros factores que influyen en la factura.
Tipos de consumo
Energía reactiva: es el que generan ciertos artefactos eléctricos cuyas bobinas convierten la energía en campos electromagnéticos y aunque no tiene ningún rendimiento de utilidad, implica un coste para la distribuidora. Por ese motivo es que se incluye en la facturación.
Energía activa: la que se ha consumido en el período de facturación.
Consumo-potencia: es el total de lo consumido en el período facturado, y para calcularlo basta con restar la lectura anterior a la última lectura.
Maxímetro: aunque en las viviendas está limitado por una cuota eléctrica y por lo tanto no aparecerá en la factura, se le menciona a manera de información. Solo es un concepto que se usa en los suministros de carácter industrial.
¿Qué electrodomésticos gastan más energía?
Para tener una mejor idea de cómo calcular el consumo de luz, es imprescindible saber el gasto de energía que causan los electrodomésticos de los hogares, porque es en estos donde se consume 20% la energía en España, según cifras expuestas por la Organización de Consumidores y Usuarios.
Por supuesto que no todos los electrodomésticos tienen el mismo uso de energía eléctrica, pero también depende del uso que se les dé para un ahorro consciente y calculado.
- Por su actividad permanente y la potencia que necesita para su funcionamiento, el frigorífico es el que ocupa el primer puesto en gasto de energía. El gasto promedio anual es de 662 kilovatios.
- Por sus características similares al frigorífico, el congelador alcanza los 563 kilovatios por año.
- La televisión consume 263 kilovatios en el mismo período de tiempo, suponiendo que no se la mantiene encendida innecesariamente por muchas horas o en el modo stand by.
- La lavadora y la secadora por no ser de uso continuo tienen un promedio de 255 kilovatios por año.
- El lavavajillas por ser de los que solo se usa menos veces y en ocasiones muy específicas apenas alcanza los 246 kilovatios en el mismo período.
- Las cocinas vitrocerámicas, si se utilizan con temperatura menos intensas y de una a dos veces por día, su gasto de energía anual es de unos 180 kilovatios.
Recomendaciones para ahorrar en el consumo de energía de los electrodomésticos
Básicamente para lograr este objetivo son las siguientes:
- Revisar los electrodomésticos para verificar si no tienen alguna avería que genere más gasto.
- Si es posible, optar por una nevera de menor tamaño.
- Usar la lavadora y el lavavajillas solo cuando pueda ocuparse su máxima capacidad.
- Apagar la televisión por completo y no dejarla en modo stand by.
- Y si es el caso, comprar electrodomésticos de clase A.
Para calcular el consumo de electricidad
Una vez conocidos en detalles los conceptos que conforman la factura, debe tenerse en cuenta que la suma a pagar no equivale solo a lo consumido, porque han de incluirse el impuesto sobre la electricidad, el alquiler del contador y el Impuesto al Valor Agregado o IVA.
En cuanto a los kilovatios, será suficiente con la multiplicación de los kilovatios consumidos por el precio de la tarifa que se ha contratado. Una vez realizados esos cálculos con todos los factores incluidos, se obtiene como resultado lo que ha de pagarse.
Existe la muy buena opción de recurrir a los comparadores que pueden servir de guía, tan solo al ingresar la potencia contratada y lo consumido, para incluso saber las diferencias entre las distintas compañías eléctricas, resulta más conveniente y ajustada a las necesidades del usuario.
Hay compañías que ofrecen varios productos, o si se quiere tarifas personalizadas de varios niveles para que los usuarios tengan una idea clara y sin complicaciones de cómo calcular su consumo y ahorrar con eficiencia.
Como puede verse el cálculo de la factura de luz no tiene por qué ser engorroso y cargado de complicaciones, ya que algunas compañías ofrecen de forma sencilla el entendimiento de las facturas y las mejores maneras de controlar el consumo.
Medir lo consumido con los datos ya reseñados también resulta de vital importancia. Y la forma más simple de hacerlo es sumar el gasto de energía de cada electrodoméstico más el consumo por cada bombilla, cuyo número varía de un hogar a otro según las dimensiones de la vivienda y del tipo de bombillas que se usen.
Como dato extra es bueno saber que en las viviendas unifamiliares el gasto de energía duplica al de los pisos y los bloques de viviendas. El consumo es mayor en las zonas frías del continente y es menor en las zonas atlántica y mediterránea.
En orden de más gasto de energía está la calefacción, los electrodomésticos, el agua caliente, la cocina y el sistema de iluminación.
Una opción para el ahorro: cambio de comercializadora
Si bien en cuanto a impuestos no hay forma de ahorrar, sí hay una alternativa para oportunos y necesarios recortes en los gastos mensuales del servicio de electricidad.
Esa opción consiste en el cambio de comercializadora. El usuario puede con paciencia analizar con detalle los beneficios que ofrecen y determinar si entre sus tarifas o productos existen los que puedan ser adaptados a las necesidades particulares sin que eso signifique un servicio de mala calidad.
En este sentido el usuario puede consultar en los sitios web de las comercializadoras los simuladores de consumo de acuerdo con los tipos de contrato y productos que le permitan tomar la decisión, si es necesario, de cambiar de comercializadora.
Particularmente si se trata de una comercializadora que ofrece una tarifa barata, ya sea plana o adaptada al consumo del usuario y que aparte ofrezca una puntual asesoría sobre el gasto de energía y el uso idóneo de los electrodomésticos para que el importe de la factura sea menor.
El usuario que quiera cambiar de comercializadora debe buscar aquella que le oferte una tarifa a su medida, previa consulta y análisis de su consumo, teniendo referencias importantes como la zona donde se vive y el tipo de vivienda para que el cálculo de la oferta sea transparente y de la mejor calidad.
Si a una oferta personalizada y a la asesoría oportuna se suma la sencillez y claridad con que están especificadas las facturas, se dispondrá de un recurso imprescindible para un mejor control del consumo y una gran protección para la economía de toda familia.
Por eso la alternativa de cambiar de comercializadora ha de ser un paso muy cuidadoso y consciente para que se encuentre la mejor en cuanto a ahorro de energía y dinero, y la factura de luz deje de ser un enigma indescifrable.
Ya no confrontará el consumidor esas indeseables facturas que tanto afectan la economía familiar e imposibilitan cualquier emprendimiento al plano personal, porque tendrá a su alcance las herramientas para un cálculo acertado y una comercializadora que le prestará el mejor servicio.